“Hago teatro, porque no sé hacer otra cosa…”
Teatrera de corazón, cualquier pretexto fue siempre bueno para representar, su mundo era amplio y nada ajeno desde su nacimiento en Italia, “de pura chiripa”. Su infancia en exóticos países donde vivir era un acto de total libertad, parte de su niñez la pasó nada menos que Macondo! (un campamento de Aracataca), y en la adolescencia, Roma, allí se educó hasta los dieciocho años en que regresa a Ecuador, su país de origen, a conocerlo, apropiarse y volverse ecuatoriana. Las aulas fueron su primer teatro, su primer elenco los compañeros a quienes conquistaba para darle vida a la fábulas de Esopo, ella los dirigía además de actuar.
Terminada su carrera de lingüística, decide que los suyo está en la escena y empieza a tomar talleres en la Humboldt, la Alianza Francesa y seguidamente su primer laboratorio con Malayerba en mil novecientos ochenta y nueve, grupo del que formará parte y con quienes hará su estreno profesional en Francisco de Cariamanga, oportunidad que le confirma su pasión teatral, su profesión, y como dice Valentina “me atrapa de manera vital, como algo único, como mi manera de ser, hacer y estar en la vida”.
Valentina Pacheco pertenece a la generación del teatro que experimentó y vivió ese giro teatral de los años noventa, cuando todos estaban en la búsqueda, sentían la necesidad de agruparse, crear, “hambrientos de contagiarnos, alimentarnos y compartir propuestas y encontrar un espacio para poder hacer teatro”.
Uno de los referentes importantes para su carrera ha sido Arístides Vargas, su dramaturgia, su modo de trabajar y su entrega al oficio, han constituido para ella su punto de partida. Hoy, trabaja de manera independiente lo cual le brinda la posibilidad de indagar por cuenta propia, plantearse distintos modos de abordar la actuación, el trabajo con objetos y el cómo abordar un personaje, cosa que le ha permitido trazar un estilo muy personal.
Valentina es actriz que ha estado presente en el cine y la televisión, fue co-protagonista en Cara y Cruzde Camilo Luzuriaga, recientemente, antagonista en Criaturas abandonadas(por estrenarse), de Francisco Cevallos. En televisión ha colaborado en series como Las Zuquillo, Historias personales, Pasado y confeso, Producto Bruto, entre otras.
Además de Arístides Vargas ha trabajado algunas obras de autoría y dirección de Viviana Cordero, Flora Lauten, Juan Andrade y para sus dos últimos trabajos, la reposición de La herencia de Eva y Piel Roja(por estrenar) ha encontrado el apoyo y dirección de Marilú Vaca, con quien hacen un dúo perfecto de trabajadoras apasionadas por la escena.
Valentina vive teatro, respira teatro, hace teatro, es de esas personas alegres, dispuesta y entregadas que todo el tiempo está tejiendo sueños y urdiendo en el mañana, no bien termina un proyecto ya está con el siguiente, si no en el papel, seguro rondando en su cabeza.
Genoveva Mora Toral
Fotografía: Lorena Cordero.
Obra “La Torera”.
2006