Transitando huellas, el libro

El tiempo y la memoria van construyendo un camino por el cual vamos hilando nuestra historia; en este tránsito se van extraviando grandes fragmentos que dan sentido a nuestra identidad. Por ello es necesario empezar a reconstruir nuestro presente con una mirada profunda al pasado, no solo para descubrir sino también para sorprendernos del otro lado de nuestro escenario cultural y social.

Las mujeres artistas ecuatorianas han cumplido un rol fundamental, han sido partícipes directas de los cambios revolucionarios sociales, artísticos y culturales de nuestro país. Sin embargo, su tarea no ha sido nada fácil, han debido lidiar con un pensamiento precario prevaleciente de la época de la Colonia, que imperaba aún entrada la mitad del S. XX, que concebía a las mujeres destinadas a un rol doméstico, casi exclusivamente, y que hacía escarnio de sus actividades artísticas y posteriormente las destinaba a vivir la invisibilización de su trabajo, su pensamiento y su proyección, invalidando su aporte extraordinario a la construcción de un pensamiento, a la vanguardia de los acontecimientos artísticos del escenario mundial y latinoamericano.

Nuestro objetivo fundamental es recuperar la labor de aquellas creadoras que ya no están entre nosotras, pero que, sin embargo, siguen presentes en nuestra memoria; estrechar sus manos con las mujeres de nuevas y novísimas generaciones que han tomado la posta para avanzar. Un testimonio de vida a través de voces y rostros de mujeres creadoras que desde finales del siglo XIX hasta nuestros días nos abrieron el camino con su pensamiento y su accionar cargado de una fuerza auténticamente femenina.

Nombres y rostros como los de Marina Moncayo, Chavica Gómez, Isabel Martínez, Carlota Jaramillo, Nela Martínez, Osmara de León… la lista es infinita, nos roban una sonrisa de los labios y nos pintan olores de nostalgia fraterna. Están aquí, entre nosotras, caminando entre los pasillos del teatro, en la trasescena, entre las candilejas y el escenario; su vida, su historia, transitan dejando huellas imborrables en la memoria de nuestro tiempo.

¿Cómo librar a nuestras mujeres creadoras de la desmemoria? ¿Cómo volverlas a la vida? Y, ¿cómo hacerlo cuando sus huellas han quedado en el silencio? Una tarea nada fácil pero tampoco imposible. Estamos aquí, con aquellas, para recuperar la historia no contada, así como para plasmar el presente de tantas mujeres artistas a través de su testimonio, rescatando su memoria como legado de nuestro patrimonio histórico  y cultural.

Transitando huellas es un llamado a recordar, a no olvidar, a reivindicar y reconocer.

Aquí estamos presentes, vivas, fuertes, con la mirada atenta y el paso firme, batallando, insurgiendo, revelando historias… cantándole a la vida.

Susana Nicolalde