“El teatro me lleva permanentemente a una reflexión no sólo hacia fuera, sino también dentro de mí”.
Rossana, la actriz que llegó al teatro por una de esas casualidades de la vida. Su encuentro con Ernesto Suárez y el monólogo de Roosvelt Valencia de El Juglar, fueron el detonante para ingresar en una profesión que no se le había cruzado en sus planes de estudiante de arquitectura.
De igual manera, una llamada telefónica desde la dirección de cultura de la capital, bastó para que ingresara en el campo de la producción, tomara a su cargo y creara el Fite Q, uno de los festivales más importante del país, gracias al cual se ha visto desfilar a los mejores elencos del mundo.
Personajes como Medea, o las múltiples mujeres de La edad de la Ciruela, la han dado carácter, pero sobre todo lo ha hecho el personaje que ella misma se ha creado: atractiva, luchadora y también controversial, ha enfrentado al mundo y sus dificultades.
El Teatro ha sido su espacio y su razón, incansable en su actividad de productora, encuentra también el tiempo para seguir en su carrera de actriz. Rossana ha aportado sus conocimientos desde la enseñanza así como desde la dirección. Cree en el teatro experimental como un medio para la investigación, para la búsqueda de nuevos lenguajes. Sus estudios teatrales los ha realizado dentro y fuera del país, ha transitado por la pantomima, la danza, el teatro de máscaras, la dirección teatral, la danza butoh. En todo ello ha puesto su pasión, nada de lo que hace es por formalidad. En la vida y en el teatro ha puesto en juego toda su energía y fe en su capacidad.
En el cine y la televisión intervino en:
La Tigra, Amigomío, Liliana en el hormigón, sueños en la mitad del mundo, El Ángel de piedra, El crimen del silencio, Zámbiza, En un rincón del alma, Yo vendo uno ojos negros.
En el Teatro:
La Marquesa de Larkspur Lotion, La fiaca, Maestra vida (comedia musical), Medea, Orquídeas a la luz de la luna, La quimérica, Jaula de viento, Monólogos de la vagina, al margen de la historia, Adiós siglo XX, La edad de la ciruela, Cartas Cruzadas
María Eugenia Paz y Miño
Fotografía: Eduardo Quintana.
Obra “Medea”. 1991