Patricia Aulestia

“La Danza, un desafío que rebasó los foros donde fui intérprete y creadora….Me considero una agitadora….una política de la danza…..”

Bailarina desde siempre,  “llegué a la danza por mandato interior, por herencia y por compromiso”. Ecuatoriana por nacimiento, chilena por la danza y mexicana por decisión. Tres países en los que ha dejado huella. Muy joven, antes de los veinte años, fue figura principal del Ballet Nacional y del Ballet Moderno de Chile. De regreso a Ecuador dirige la Compañía Nacional de Danza y funda el Ballet Nacional Ecuatoriano. En México es también bailarina del Ballet Clásico; en mil novecientos ochenta y ocho dirige nada menos que la Compañía Nacional de Danza del país azteca.

Patricia no habla de maestros, piensa en sus ídolos: Anna Pavlova, Isadora Duncan y Diaghilev, figuras que la impulsaron fuertemente. Reconoce como modelos a los  Ballets Joos, Alicia Alonso y  José Limón, “y para siempre mis maestros Ernest Uthoff y Octavio Cintolesi”.

Aulestia es una embajadora de la danza, su actividad incansable ha estado dirigida a fortalecerla, a crear lazos entre los distintos países. Convencida de que la investigación es primordial, funda  y dirige por espacio de diez años, el CENIDI, (Centro Nacional de Investigación, Documentación e información) José Limón. Cumplido ese período cede la posta y continúa con su oficio de investigadora. Ha publicado más de una docena de estudios.

Patricia es también una funcionaria de la danza, ha ejercido múltiples cargos como presidenta de La Sociedad Mexicana de Coreógrafos, directora ejecutiva del Patronato Viva la Danza. Escribe para revistas especializadas.  Actualmente es vice-presidenta del CIAD (Confederación Interamericana de Profesionales de la Danza), gran parte de su tiempo recorre América Latina. Realiza una labor fundamental, creando pequeñas bibliotecas en las ciudades pequeñas, gracias a una labor de recopilación y donación que Ella misma promueve.

Mujer de envidiable personalidad, nada la ha detenido en sus propósitos, los años no cuenta para ella, sigue trabajando con la misma energía que le llevó a crear piezas inolvidables como: Fuegos fatuos, Atahualpa, Madre india, Daquilema, Ecuador, La Chola María.

Genoveva Mora Toral

Fotografía: Archivo personal.