Patricia Ariza

Patricia no sólo es una actriz, directora, productora y dramaturga notable. También es una especie de fuerza de la naturaleza. Nacida en Vélez, Santander, Colombia, en 1946, su caudalosa vida creativa incluye el teatro en múltiples aspectos (como actriz, directora, dramaturga), el activismo cultural (como fundadora y co-fundadora de grupos escénicos, gestora-productora de festivales y encuentros), el activismo social y político vinculado a las artes (trabajos con grupos de desplazadas, mujeres mayores de tercera edad, niños marginales, jóvenes raperos marginales, ha sido participante en organizaciones por los derechos de las mujeres, asociaciones gremiales y activista en pro de la paz en su nativa Colombia), además de su importante faceta como escritora (poeta, dramaturga, ensayista y en su juventud parte del movimiento nadaísta). Mujer poderosa y polifacética (“polifónica”, corrige ella), su eje y pasión ha sido el teatro. “Doy gracias a la vida –dice– que me ha permitido hacer lo que más me gusta”.

En 1966 funda con Santiago García y otros actores la Casa de la Cultura, que devino en el Teatro La Candelaria, uno de los grupos más importantes de la escena latinoamericana en el siglo XX y referente permanente de la creación colectiva. Con este grupo ha trabajado en setenta obras. Muchas de estas piezas han recorrido el mundo, han conquistado importantes premios y una impresionante acogida de diversos públicos. 

Como autora dramaturga y directora comenzó en 1986, con la obra El viento y la ceniza (premio Anna Magnani del Brasil, en 1992). Entre sus numerosos montajes, para salas o para espacios alternativos en Bogotá, constan: Tres mujeres y Prevert, Mujeres en trance de viaje (con el grupo La Máscara de Cali), La Kukhualina (con el grupo indígena Inyaku), La calle y el parche (con habitantes de las calles, niños y adultos), María Magdalena (con Tramaluna Teatro), A fuego lento (con La Candelaria), Danza Mayor (con el Grupo Flores de Otoño de la tercera edad) y el performance 100 Manuelas en la plaza.  

Sus cualidades de liderazgo se reflejan en varios campos. Entre estos, ha sido Directora de seis Festivales Nacionales de Teatro, organizados por la Corporación Colombiana de Teatro (CCT), de siete ediciones del Festival Juvenil de Cultura Popular, del proyecto Prácticas Artísticas con las comunidades Sena, de los Eventos Nacionales Expedición por el Éxodo (cultura y desplazamiento), de siete ediciones del Festival Bienal de Teatro Alternativo y del Festival de Mujeres en Escena, desde 1988 hasta la actualidad. Es miembro del Magdalena Project, Asesora de la veeduría Distrital, Consultora de Naciones Unidas PNUD para el proceso de paz, fundadora y miembro del Comité Operativo y Académico del proyecto Colombia en el Planeta (procesos culturales para la reconciliación). Es, además, presidenta de la Corporación Colombiana de Teatro.

Activista por la equidad en todos los sentidos, Patricia ha fusionado sus actividades desde su pensamiento de género. Uno de los logros de los cuales se siente más contenta es el Festival Mujeres en Escena. Comenta que este evento “nació por necesidad, porque hay un desequilibrio, un desbalance entre hombres y mujeres que integran el movimiento teatral”. Afirma que hay una gran cantidad de mujeres de teatro que han sido y son invisibilizadas, mientras que los hombres sí reciben ese beneficio. “La diferencia no es de calidad, sino de cantidad”, dado que la sociedad misma ha invisibilizado la contribución de las mujeres en todos los campos. “Es muy reciente la existencia de políticas públicas que tienden a la equidad de género”. Mujeres en Escena es un espacio para que las mujeres actrices, directoras, dramaturgas, se den a conocer y difundan sus creaciones. 

Su larga y fecunda trayectoria le ha valido muchos reconocimientos dentro y fuera de su país. Entre ellos, el galardón Mujer de Teatro, otorgado por el CELCIT (1989); Honor al Mérito, concedido por la Alcaldía Mayor de Bogotá durante el IV Festival Nacional de Teatro; Premio Reconocimiento Casa de Las Américas por la dirección de la Corporación Colombiana de Teatro (1988); Premio Anna Magnani, Brasil (1992) en el Concurso de Dramaturgas Latinoamericanas; Medalla al Mérito Artístico en Dramaturgia, Instituto Distrital de Cultura y Turismo; Primer Premio de Focine en Cortometraje con Mutaciones, corto para el cual elaboró el guión (1993); Homenaje por su trabajo en la construcción de ciudad con los habitantes de la calle en el Festival Internacional de Teatro de Sao Paulo (1995); Reconocimiento por parte del Concejo de la Ciudad de Bogotá como Artista Emérita por su trabajo de 40 años al Servicio de la Cultura y el Teatro; Premio María Mercedes Carranza de Poesía Inédita por su libro Hojas de papel volando (2006); Reconocimiento del Concejo de Bogotá al Mérito Artístico (2007); Premio Príncipe Claus, de Holanda (2007); Premio La Glo entregado por el Encuentro Iberoamericano de Mujeres de Teatro en Cádiz; Homenaje del Ayuntamiento de Cádiz en el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz (2009); Doctorado Honoris Causa de la Universidad de La Habana (2011); Gilder/Coigney International Theatre Award, otorgado por la Liga de Mujeres Profesionales de Teatro de Estados Unidos (2014). 

“Los premios son un estímulo, es verdad –afirma– pero lo que verdaderamente me importa es que mi país llegue a ser distinto, que llegue a la paz. Espero haber contribuido con mi trabajo a este propósito”.

Natasha Salguero Bravo
Agosto 2014