Pamela Velástegui
“Yo que río de angustia y de placer sollozo, que conozco la extraña plenitud de las horas, que muero a cada instante y, sin morir, elevo mi sangre alucinada al cenit del deseo, que poetizo –sin ver mi corona de huesos con un mar en la ruta y un puñal en las alas, te quiero porque tengo todo lo que no tienes”.
Ileana Espinel Cedeño
Ileana Espinel Cedeño, escritora, periodista y crítica literaria guayaquileña (1931-2001); su obra, más que abundante, es fundadora de una nueva etapa para la poesía ecuatoriana, un nuevo abordar la voz literaria. También a lo largo de su vida, toma la batuta de la creación y agrupa, crea colaboraciones entre artistas tanto de mujeres como de hombres (como el fundado y sostenido por ella “Club 7”), de manera persistente, contribuyendo así al desarrollo del arte -inclusive más allá de la literatura. Este es su segundo legado para la historia del Ecuador. Su madre fue educadora y amante de las letras y es gracias a ella que Ileana conoce a Aurora Estrada y Ayala, quien, si bien no marcó el estilo poético de Ileana, sí llega a tomar un rol tutelar, y de guía para la precoz autora. Ileana encuentra en el mundo de las palabras un catalizador para los avatares a los que la vida le enfrenta. Es en este espacio de creación que la escritora, encuentra la razón de su vida, el sostén para su existencia.
Si bien la escritora porteña nace en un momento histórico-político de aparente meseta en cuanto a derechos de género, luego de que las luchas sociales consiguieran educación pública y voto para la mujer, Ileana construye una trayectoria profesional hasta entonces no habi-tual para una autora: trabaja como columnista de medios como El Universo, El Telégrafo y La Nación, escribe para revistas internacionales como Nivel (México) y Poesía (Venezuela) y firma autoría y coautoría de libros que han sido traducidos a idiomas como inglés, francés, italiano, portugués y griego; además fue miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (por entonces institución predominantemente masculina) y abre la puerta de la institucionalidad para el desarrollo cultural en sitios como la Universidad Politécnica del Litoral.
“En la vida Ileana Espinel afronta 3 momentos importantes de transformación, -nos cuen-ta la autora Siomara España, quien escribió el prólogo, y forma parte de la publicación del libro “Canción sin retorno”, producción recopilatoria de la vida y obra de Ileana Espinel-, el primero de estos momentos se da a sus trece años, la muerte de su padre; luego la muerte de un amor no correspondido: el suicidio de David Ledesma; y finalmente la forma en que ella asume su propia enfermedad”. Y es a partir de esta realidad que Ileana instala “ese yo poético puesto a la disposición de la mirada pública, generando un cambio de paradigma en la escri-tura hasta ella, haciendo un salto enorme, un quiebre con lo que hasta entonces conformaba el posmodernismo y el romanticismo exacerbado, e inclusive con la tendencia a seguir por otras escritoras contemporáneas que abordan ya el cuerpo, pero un cuerpo erotizado. Esa no es la voz de la poeta guayaquileña. Ella asume su propia enfermedad, no desde el sufrimiento sino desde lo sardónico, lo sarcástico -explica Siomara España-. Ella hace de los instrumentos que están su alrededor, elementos poetizables”, asume al cuerpo como un lugar de enuncia-ción y exploración del ser. “La poesía, esa ráfaga que llega a su vida y que lo inunda todo. Ileana nace atravesada por el don, dice la escritora España.
Hoy, apenas se está recuperando la vida y obra de esta autora indispensable. Pero poco es aún lo que se cuenta de ella y otras autoras en el canon literario del país. Un busto de Ileana Espinel, que yacía guardado, fue reconstruido y reinaugurado en la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas en el año 2017. Dieciséis años después de su muerte, se funda la primera insti-tución educativa primaria en honor a su nombre. Y este 2023 se cumplen ya dieciséis años de recorrido del Festival Internacional de poesía Ileana Espinel con la participación de poetas de varios continentes como Asia, Europa y América. Contribuir a través del arte al cambio político y social es un objetivo de este creciente festival fundado y sostenido por el escritor Augusto Rodríguez. “Creemos hoy más que nunca que la poesía y la literatura pueden ayudar a unir a las personas, para invitarlos a soñar, a volver a creer en el ser humano, en su inmensa y bella complejidad”.
Ileana Espinel
Escritora
Título: Retrato
Fuente: Cortesía Revista Hogar