Camila, el diario de una utopía

Camila, construyó su historia a través de las causas justas por las cuales vivió defendiendo toda su vida. Viaja a través del tiempo y de su memoria, su presente es su pasado, su ilusión es su desencanto y su guerra… la paz.

La juventud, la madurez y el comienzo de su nueva edad en la vejez, se enfrentan en un mismo diálogo. Viaja por las calles, los patios, los parques, salvando pedazos de carne y sonrisas violentadas. En sus años mozos importaba solo alistarse y marchar defendiendo la vida. Los sueños y las utopías estaban ahí, a la manito de ella, siempre juntas, inseparables, irrompibles, inquebrantables, impensables, impenetrables, inconfundibles… insospechables.

La desilusión y el desencanto le llegó sin darse cuenta, la misma rutina, las mismas reuniones, los mismos mítines para salvar lo que quedaba del mundo; pero los gritos de lucha se confundían mas frecuentemente con los gritos de un gol despistado que coreaba su victoria en medio de una revuelta callejera. Así le llegó también el cansancio y el agobio, la traición y la asfixia; la idea de un mundo nuevo se desvanecía en delirantes divagaciones.

Su bandera ya no era la misma bandera de los otros.

Camila se asoma cautelosamente a su vejez, su mirada es otra, su palabra se ha transformado en escucha.

La convicción de una idea, la experiencia transformada en razón le dan sentido y continuidad a su existencia.

Ahora su causa, su bandera…
es el amor


Actuación y Dramaturgia: Susana Nicolalde
Investigación y dirección – Primera Etapa: Carlos Gallegos
Dirección y Puesta en Escena – Etapa final: Patricio Estrella
Asesoramiento y entrenamiento corporal: Amelia Poveda
Diseño de Vestuario: Pepe Rosales
Música – Composición y arreglos: Darcila Aguirre
Canción Volver a los 17: Violeta Parra
Intérprete de la Canción Final: Diana Ortiz
Edición y masterización de la banda sonora: Marco Placencia
Fotografía: Ricardo Centeno, Freddy Coello
Restauración y adecuación de Bicicleta: Santiago Aguas
Diseño de Iluminación: Jorge Gutiérrez
Asistencia Técnica: Andrea Rodríguez y Juan Manuel Velasco
Diseño Gráfico: Freddy Coello
Comunicación: Gabriela Arévalo
Dirección General: Susana Nicolalde


Textos del proceso de exploración escénica y escritural que se fueron quedando en el diario de una Utopía

7 de la mañana… el tiempo apremia, no hay tiempo que perder, el mundo camina loco y desvaría. Quiero un sol gigante que ilumine mis angustias – no quiero más noches sombrías. Hoy es un nuevo día, hay mucho que hacer ¡!

Navego incansablemente sobre mis propias divagaciones, me escarbo, me desmenuzo, me atormento, me aquieto. La tan solo idea y el recuerdo de un pasado y un presente hecho pasado me engulle, me desvanece.

No entiendo nada. El camino estaba claro, ahora no veo nada. Dónde se escondieron los anhelos de agitar el mundo, los hermanos del despertar, las consignas saben añejo, la burocracia se comió los ideales. Estoy cansada de tanta mierda!!!

El tiempo se me escurre entre los dedos, no hay manera de detenerlo, mi cuerpo ya no es el mismo, es lento mi caminar, mi sonrisa coquetea entre mi pasado y mi presente. Solo la pasión y la locura pueden trastrocar la inercia y la estupidez. Enciendo una vela por aquel tiempo muerto y siembro una flor por aquel tiempo que añoro….el tiempo de los intentos.
¡!Tregua….pido una tregua…..una tregua nada más para respirar y volver a empezar!!!

AGRADECIMIENTOS

A todos los amigos y amigas que se sumaron con su tiempo, ideas, discusiones, miradas, historias y saberes, a este nuevo trabajo que ha tenido sus grandes avatares, como toda creación, entre café y café, entre ensayo y ensayo, probando, soñando, imaginando. A Vincent, mi amigo quien desde la distancia me animó a pensar en la siguiente historia que quería contar; al Cachito Gallegos, primer cómplice de esta travesía, al Pato, a la Darci, a la Ame, al Pepito Rosales, a la Yoly Navas, por su escucha, a la Diani Ortíz, al Jorgito, al Marquito, a la Sole; al Ricky, al Santi, al Freddy, al Juanmita, mi hijo y mi técnico, por su gran cariño y paciencia, a Juanqui, a la Gaby, que desde Argentina nos apoyó en la difusión, a mi Manaita por regalarme siempre un abrazo y una sonrisa; y un abrazo especial a la Andreita por su acompañamiento generoso y solidario durante todo el proceso.
S.N.