Nathalie Elghoul

“Cuerpo en movimiento, espíritu en acción”.

Nathalie es como un árbol de roble, cuyas raíces culturales se han nutrido de la riqueza de los árabes, arameos y fenicios (por su ascendencia libanesa), que conjugaron con el espíritu franco de Guayaquil, ciudad en la cual vivió hasta los 17 años. Los asares del destino la llevaron a conocer el Líbano, a sentir la crudeza de la devastación dejada por la guerra y a vivenciar el mundo europeo desde una larga estadía en Francia, en donde comprendió el significado de la migración. En 2007 volvió al Ecuador. El árbol, como símbolo del interior de esta gran coreógrafa y bailarina, se volvió sólido. Siempre leal a sí misma, la honestidad es algo que la caracteriza, y es esto precisamente lo que la impulsa a crear obras que parten de sus vivencias, de sus ideas, de sus conflictos y necesidades.

Durante años de aprendizajes se alimentó de la danza y del teatro en sus diversas expresiones, con reconocidos profesores y artistas. A la par, Nathalie fue construyendo su casa interior y debió superar la cantidad enorme de burocracia, para llegar a crear y dirigir, desde 2010, La Fábrica – Cuerpo-espacio, un lugar que le da significado a sus búsquedas a nivel profesional y donde ha logrado incorporar a diverso público en torno a la calidad artística. En La Fábrica, a diario se practica danza árabe, danza contemporánea, ballet clásico, capoeira y yoga. Nathalie se ha preocupado por desarrollarse en cada una de estas áreas, que complementan su impulso constante de crear y recrear la realidad.

La Fábrica es el fruto de la iniciativa de esta mujer inteligente, que conoce cinco idiomas y por lo mismo, está capacitada para entender las problemáticas de la cultura y el arte, y tener una mente abierta, una visión particular del mundo, que se expresa a través de sus actividades docentes en varias instituciones y en la coreografía de obras como El síndrome de Ulises, Fatima Gate, Fragmentos de un recuerdo, Cuatro maneras de perder el cuerpo, que también contaron con su participación como bailarina; y la más reciente, la obra Pura, que habla de cómo la mujer se enfrenta al envejecimiento en un mundo repleto de prejuicios, de superficialidad. Esta obra permite apreciar la sensibilidad de Nathalie Elghoul, en una representación, con mensajes hacia la toma de consciencia del cuerpo y la noción de integralidad humana, lo cual ha generado debates y una audiencia cuestionadora, propósito intencional de la autora. La obra fue un llamado de atención impactante. La labor de esta artista ha sido reconocida  por parte de la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas.

Entre otras actividades importantes de Nathalie, se cuenta la organización, desde 2012, del Laboratorio Internacional en Residencia de danza contemporánea, respaldado por sus prácticas de coreógrafa en residencia (Bélgica) y la participación en festivales. La gran capacidad, originalidad, dominio de técnicas y la consolidación de un lenguaje propio, convierten el trabajo de Nathalie en un aporte para el arte de la danza de Ecuador y América Latina.

María Eugenia Paz y Miño

Obra: «El síndrome de Ulises»
Año de estreno: 2010
Grupo: Lafábrica
Autora: Nathalie Elghoul
Fotógrafo: Javier Borja – Estudio Cogra.