María Eugenia Paz y Miño

Escribir es mi camino espiritual

Desde niña inventaba cuentos que escribía en hojas de papel para compartirlos con sus amigos del vecindario. Una tarde, harta de las tareas escolares, con los cuadernos y libros abiertos por doquier, dijo en voz alta <<¡quiero ser escritora!>>. A partir de allí, su vida empezó a girar entorno a la escritura. <<Escribir es mi camino espiritual>>, confiesa María Eugenia Paz y Miño.

Narradora, ensayista y antropóloga quiteña, vive los cambios radicales que experimenta el mundo en esos años que resuenan en su rebeldía. Se identifica plenamente con el movimiento hippie por sus propuestas de paz, por la liberación de los prejuicios y la superación de la discriminación; y con la Revolución Cubana , porque constituye una toma de consciencia frente a las miserias del despiadado sistema capitalista. En su literatura hay mucho de esas raíces que combinan lo espiritual con el compromiso social.

En 1979 se vincula al grupo “Tientos y Diferencias” y al siguiente año publica su primer libro de cuentos “Siempre Nunca”. A éste le siguen “Golpe a golpe” (1986), “El uso de la nada” (1992), “Tras la Niebla” (1997), la novela “La puerta del Ilaló» (Gobierno de la Provincia de Pichincha, Colección Cochasquí, 2008, reedición, Argentina, 2012), “El mal ejemplo y otras vainas” (Premio del Fondo Editorial del Ministerio de Cultura del Ecuador, 2013), y una antología de sus cuentos “Chateando con la Luna” (Campaña de Lectura Eugenio Espejo, 2013).

<<En cada libro hay líneas que he seguido, hay cuentos de varios años que condensan las etapas vividas. Mis personajes son irónicos, bellos, se mueven en una realidad de contradicciones, como me muevo yo por el mundo, que soy escritora y no tengo ni seguro social y a veces no tengo ni trabajo, pero soy superfeliz>>.

A pesar de que nunca se propuso escribir desde una perspectiva feminista, su cuento “La roca y la mujer” fue escogido y catalogado como feminista en la antología “Cuento contigo” (Universidad Andina Simón Bolívar / Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, 1993).

Trabaja sus personajes en medio de problemáticas existenciales, con un sentido de universalidad y de integralidad, sin decantarse por darles un sesgo de género. En todo lo que escribe hay una parte de ella. Cada personaje tiene algo de su mundo, cada situación ha sido vivida, pensada, intuida; cada argumento es parte de su universo, aunque no necesariamente sean sus historias, sus cotidianidades. <<Hay veces que vienen los personajes como de otro planeta a contarme quiénes son y qué quieren que diga de ellos>>.

A la fecha es la primera mujer que escribe para Firmas Selectas de Prensa Latina. Se ha dedicado a la investigación de temas antropológicos, sobre religiones, culturas y filosofías del mundo; escribe ensayos que se publican en distintas revistas y periódicos.

Destacan los libros “Ernesto Albán o Don Evaristo Corral y Chancleta” (Premio Rumiñahui de Oro a la historia y la investigación, 2008), la etnología “Memorias: la Ecuatoriana” (Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, 2009); y Saberes y tecnologías ancestrales (Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Colección Yachana, 2013) que constituye un aporte fundamental a las ciencias sociales y ha sido recibido con gran aceptación dentro y fuera del país.

A veces le cuesta diferenciar entre los géneros, pero eso es algo que le encanta. Todo está relacionado, lo uno implica más investigación y lo otro, más creatividad, pero ambos mundos se complementan, ambos se cuentan cosas y se apoyan entre sí.

Su tarea y compromisos son con los ancestros, con la interculturalidad, con la construcción de la paz a través del arte, con la investigación, con la creación.

Julia Erazo Delgado

Fotógrafo: Yojans Milanés Planas
Lugar: Monte Ilaló
Fecha: Noviembre de 2016