Pamela Velástegui
“La ternura te coloca en una zona de protección, porque si te expresas desde la genuina ternura esto te pone en un sitio seguro: un espacio para la libertad”.
Napolitana de nacimiento, Alina Narciso ha dado luz a un rizoma que crece sin parar, atravesando fronteras políticas y culturales, articulando el trabajo de muchas muje-res en las artes escénicas: el Festival Internacional “Escritura de las diferencias”. Este festival nació en Barcelona hace 23 años y apenas 4 años después de su inicio, funcionaba ya desde Cuba, uniendo así los continentes y dando un espacio oficial para la práctica, el desa-rrollo del pensamiento diverso y el reconocimiento de la autoría femenina, el cual entonces no constaba aún dentro de los límites del pensamiento hegemónico.
La dramaturga italiana recuerda que, desde su edad más temprana, se rebelaba ante una estructura patriarcal en la que no cabía, y cuya incomodidad generaba -y le sigue generando- la necesidad de transformar al mundo desde su propio idioma, el arte. Esta conciencia polí-tica sobre las desigualdades de género, se materializa cuando, ya siendo escritora profesional, comprende que el referente femenino falta en el canon del teatro, y su ausencia incide en las posibilidades creativas y de establecimiento de la mujer en el mapa de lo escénico. Sin embar-go, su búsqueda no acaba en las diferencias sexuales, pues parte de una noción de subjetividad que hace evidentes las diferencias que nos separan del patrón dominante masculino.
Inspirada en la filosofía de Luce Irigaray, autora del feminismo de las diferencias, una corriente fenomenológica que toma al cuerpo como punto de partida, como el punto de vista, Alina concibe este escenario de encuentro de lo femenino desde dos vertientes principales: diferencias culturales y paridad de género. Este es uno de los primeros espacios creados para escuchar a las voces que narran otros puntos de vista fuera de lo establecido y oficial. Y como tal, decidió no restringir o definir a sus participantes, pues “cada una ingresa con su mundo y características propias”, nos cuenta Alina. El único punto que las vincula es la trayectoria profesional.
Conociendo que, en el medio artístico, la mayoría de las mujeres, aunque hubiera conse-guido con el último impulso, recién egresada de sus estudios, realizar un montaje, estadísticamente la mayoría deja de dirigir o ser autora para acabar procesando toneladas de trabajo operativo bajo la representación de un nombre masculino. La dramaturga y también directora de teatro decidió, por esto, enfocarse en dar visibilidad a las mujeres ya profesionales que trabajan en las tablas “porque las dificultades, las mujeres, las encuentran a medida que avanzan en la carrera. El techo de cristal nos impacta a todas”.
Es imposible espejarse en otra mirada femenina con ausencia de referentes. El recorrido de la producción femenina en el arte escénico es aún muy corto para poder encontrar caracterís-ticas que las conecten y potencien. Poder mirarnos y reconocernos más allá de la impostura de una voz foránea, dominada por lo masculino es una opción que aún se está estableciendo. Sin embargo, podemos percibir la relación entre el cuerpo de la mujer y su generación de ideas, en su producción de conocimiento, en sus creaciones. Esta relación es innegable y emergente, pues los afectos siguen siendo ese terreno trabajado de manera insuficiente. El cuerpo define o determina la relación con el mundo y nuestros discursos abren terrenos nuevos y los enfocan desde otros ángulos. Respecto a esta mirada, la autora italiana reflexiona sobre el tema que el Festival “Mujeres en escena, tiempos de mujer” aborda este año 2023 -Abrazando la ternura- “La violencia de género vinculada a un concepto tan importante como la ternura es un ejem-plo de este enfoque diferente. La ternura te coloca en una zona de protección, porque si te expresas desde la genuina ternura esto te pone en un sitio seguro, un espacio para la libertad, en un ´entre nosotres´. Lo primero es practicar la ternura entre nosotres”.
Como artista, Alina se ha enriquecido siempre desde la lectura política de la sociedad, pero, aunque lo político forme parte de su identidad, lo sutil teje sus creaciones y una muestra de esto es su último montaje “La sombra protectora”, inspirado en la poesía de la cubana de Teresa Melo; poesía convertida en diálogo y representada desde las imágenes, desde códigos más visuales que lingüísticos. Actualmente Alina, autora incansable, narradora “de un país que se llama mundo”, construye nuevos escenarios para el destino de la “Escritura de las diferencias”, porque debido al embargo que atraviesa Cuba -uno de sus períodos más duros que ha vivido- el Festival se enfrenta a la necesidad de transformarse. Este Festival, que cuan-do inició era el único dedicado a las mujeres, hoy forma parte de una red que nos interco-necta entre tantos países. “Lo más importante ahora es escuchar las necesidades, colaborar y conjurar un salto para que los diferentes festivales conciban la conformación de un festival de todas, de un trabajo coordinado y colaborativo”. Quizás entonces se pueda concebir una coalición de arte que sostenga toda esa historia complementaria y nos sume en un continuum de mujeres a nivel global.
Alina Narciso
Dramaturga y Directora escénica
Título: Retrato de Alina
Escena: Proyecto “Caravanserraglio” Año: 2023
País: Italia
Fotógrafo: Salvatore Esposito